Superficie: 154 m²
Fotografías: Hirokazu Fujimura
Un cliente que se jubiló de un trabajo de muchos años solicitó un lugar de residencia donde pudiera relajarse mientras pasa el resto de sus días con su familia y su amado perro.
Un tema clave adicional para la casa fue asegurar áreas privadas separadas pero coexistentes para las clases de piano de la esposa y los espacios de vida de la familia.
La sala de estar está ubicada en el mejor lugar posible dentro del lote espacioso. Las grandes puertas de vidrio se pueden abrir de par en par para permitir que el interior y el exterior se disfruten como un espacio agradable y unificado.
El perro puede correr por la gran terraza de madera y el césped. Una ventana ubicada en lo alto del lado norte de la sala de estar se puede abrir y cerrar con un controlador y permite que entre la brisa refrescante del jardín.
La cocina se coloca en el centro de la línea de flujo de tráfico para facilitar el acceso a la cocina, las tareas domésticas y las lecciones de piano.
Una parte importante del diseño es la disposición compacta que facilita la movilidad desde la entrada a la cocina y la sala del piano, hasta la sala de estar y la habitación de invitados de estilo japonés.
Además, se dispuso una entrada dedicada en el costado de la sala del piano a través de la cual los estudiantes pueden entrar y salir directamente, mejorando la independencia de los espacios respectivos.
Incorporamos cuidadosamente el ingenio y consideramos varios patrones de tráfico para crear un espacio relajante con una sensación de seguridad para nuestro cliente que pasará los próximos años en esta casa con su preciada familia y su amado perro.
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Crédito: Plataforma Arquitectura